jueves, 15 de octubre de 2015

Sobre lo dulce (y amargo) del pomelo

Este fruto pertenece al árbol “citrus paradisi” de la familia de las Rutáceas. Según la FAO, Estados Unidos es el principal productor, exportador y consumidor de pomelos. En España el consumo del pomelo no es muy significativo, aunque va en aumento pues han quedado demostrado sus efectos protectores y curativos para nuestra salud.



En las siguientes tablas se puede observar el contenido energético y nutricional. Destaca su contenido en vitamina C (40mg), vitamina A o caroteno (14mcg), potasio (230mg) y ácido fólico total (12mcg).

 Protege contra:

  • Arteriosclerosis: el pomelo evita que las paredes arteriales se endurezcan y se engruesen por los depósitos de colesterol calcificados Es justamente a la pectina (fibra soluble) a quien se le atribuye esta propiedad. Por otro lado, según diversos estudios, es la pectina también la que ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL (malo).El flavonoide naringina disminuye el hematocrito sanguíneo cuando el mismo es superior al 55% Cuando el hematocrito desciende, la sangre se hace más fluída, por lo tanto la circulación mejora y se disminuye el riesgo de formación de coágulos, punto grave en la arteriosclerosis.
    La vitamina C, excelente antioxidante, tiene también una acción protectora hacia las arterias, potenciando la acción de la pectina y la naringina.



  • Insuficiencia cardíaca e hipertensión:el pomelo ejerce un efecto diurético, por su bajo aporte de sodio y su alto contenido en potasio, por lo que descongestiona el sistema cardiovascular.



  • Ácido úrico elevado: ya sea gota, cálculos, artritis úrica, el consumo de pomelo da grandes resultados, y también es efectivo para aquellas personas que no toleran muy bien el limón en estos casos.



  • Intoxicación hepática: la acción desintoxicante de este fruto tiene su explicación en los limonoides, puesto que estos activan la función de la enzimas hepáticas encargadas de eliminar las sustancias tóxicas para el organismo. En estos casos se recomienda beber un vaso en ayunas de zumo de pomelo durante un mes, descansando un día a la semana.



  • Infecciones: tal como lo hace la naranja, su alto contenido en flavonoides y vitamina C estimula las funciones del sistema inmune.



  • Cáncer: consumir de forma habitual cítricos previene el cáncer, gracias a la excelente combinación de limonoides, vitamina C y pectina.



Pero...no todo iba a tratarse de beneficios dulces, siempre encontraremos la versión opuesta o amarga: se trata de un artículo publicado en Consumer Health Information (digamos que lo publica el Departamento de Sanidad del gobierno de los Estados Unidos), que advierte sobre la posible interferencia del pomelo en la biodisponibilidad de algunos medicamentos.



Afirman que tomar zumo de pomelo varias horas antes o después de ingerir un medicamento puede ser peligroso, al punto que recomienda evitar consumirlo durante el período de tiempo en el que se consume el medicamento. Provocará la disminución de la concentración en la sangre del medicamento, lo que puede provocar una menor eficacia incluso una ineficacia del medicamento.

Los medicamentos que provocan interacciones con el pomelo son los medicamentos de la clase del estatinas utilizadas en el tratamiento del colesterol, las benzodiazepinas prescritas como ansiolíticos, medicamentos inhibidores cálcicos prescritos para tratar problemas cardíacos o los inmunodepresores, medicamentos inhibidores del sistema inmunitario. 


¿Qué sustancias presentes en el pomelo son las responsables?



Ciertas sustancias como la bergamotina y la 6,7 dihidroxibergamotina, presentes en el pomelo, inhiben el CYP3A4 provocando un aumento de la absorción intestinal de los medicamentos seguidos de un aumento de sus efectos adversos ocasionando una sobredosis. 



Por todo esto, hay que leer atentamente los propectos de los medicamentos si vamos a tomar pomelo. No obstante, el pomelo es un muy buen complemento de una dieta variada y saludable.









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