jueves, 19 de febrero de 2015

¿Hay comida rápida saludable?

COMIDA RÁPIDA, CONSECUENCIAS NEGATIVAS


Hoy en día, las comidas rápidas se han transformado en una salida obligada para mucha gente. Urgencia de tiempos y trabajo parecen ser más fuertes que el deseo de contribuir, mediante la alimentación, a nuestra salud.


La comida rápida se pueden clasificar en dos grupos: los de influencia y características anglosajonas, como hamburguesas, salchichas y patatas fritas acompañadas de salsas diversas (mayonesa, mostaza, ketchup...), y los de procedencia mediterránea, como pizzas, bocadillos y tapas. 
Por sus características nutricionales, la comida rápida de estilo mediterráneo o árabe (kebabs) se puede considerar más saludable que la de estilo sajón.


Dentro de este tipo de productos no hay que olvidar platos típicos de otros países que constituyen una novedosa forma de comida rápida, como los burritos mexicanos o la comida china, además de la amplia gama de productos precocinados (lasañas, canelones, paellas, empanadillas, croquetas...), cada vez más demandados por los consumidores.



Dado lo heterogéneo de estos productos no es fácil determinar un valor nutritivo representativo. Sin embargo, todos tienen algo en común: una elevada densidad energética debido a su alto contenido en grasa (en especial grasa saturada y colesterol) e hidratos de carbono. Y si bien es cierto que aportan proteínas de calidad (huevos, carnes, pescados, quesos...), se quedan cortos de fibra, vitaminas y minerales, excepto en sodio (sal). Y no hay que olvidar que el número de calorías que ingerimos aumenta, y mucho, si la comida se acompaña de patatas fritas, bollería y refresco o bebida alcohólica.


Por falta de tiempo, comodidad o desgana, cada día son más las personas que eligen, incluso varias veces a la semana, comer esta clase de alimentos, más conocidos como comida chatarra o fast-food (comida rápida, en inglés).



CARACTERÍSTICAS DE ESTA ALIMENTACIÓN

  • Excesiva energía
Con tan sólo una comida fast food se ingiere más de la mitad de la energía diaria necesaria. Si a ello añadimos la energía aportada por el resto de comidas del día, el contenido energético de la ingesta total se dispara y se favorece el exceso de peso.


  • Demasiada grasa y colesterol

La mayoría de estos alimentos contienen gran cantidad de "grasas trans". Estas grasas no son naturales sino creadas por procesos industriales y son innecesarias para nuestro organismo. Las "grasas trans" son aceites vegetales industrialmente solidificados que aumentan los niveles de las llamadas lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol "malo") en la sangre y disminuyen las de alta densidad (HDL o colesterol "bueno"). 
Consumir una cantidad diaria de cinco gramos de grasas trans ya se considera peligroso, porque junto a las grasas saturadas (aceites de palma y coco) y al colesterol contenido en estos alimentos, aumenta notablemente el riesgo de enfermedad coronaria, primera causa de muerte en nuestro país y en muchos otros.

  • Digestiones difíciles

En la mayoría de las ocasiones los alimentos están fritos, empanados o rebozados, por lo que se enriquecen en grasa, que calentada resulta aún más indigesta.

  • Abundantes aditivos

En general, estos productos contienen más sal que los que se preparan en casa, en parte porque el sodio se utiliza como conservante. Además, para conseguir el aspecto deseado en cuanto a color, olor, sabor y textura llevan añadidos conservantes, colorantes, antiapelmazantes, estabilizantes, etc. Estos platos suelen incluir condimentos fuertes o aditivos que potencian el sabor y que estimulan el apetito y, con el tiempo, alteran la percepción del sentido del gusto y crean hábito.


La selección de alimentos naturales, integrales y en la medida de lo posible de cultivo ecológico, traslada a la mesa unos platos suculentos, con sabores auténticos y libres de colorantes, conservantes, potenciadores del sabor u otros tantos aditivos que conforman muchos platos de comida rápida. 

ALTERNATIVAS MÁS SALUDABLES
Fast food no significa, necesariamente, comida basura. Una selección adecuada de alimentos y una correcta frecuencia de consumo pueden hacer de una comida rápida una propuesta original, equilibrada y saludable. 



Si no disponemos de tiempo o nos da pereza cocinar, solemos recurrir a la comida rápida. Aunque no es recomendable abusar de ella, cuando la preparamos en casa al menos conocemos con seguridad la calidad y la cantidad de los ingredientes utilizados. La clave está en incluir en el menú otros alimentos que complementen en nutrientes la comida, con el fin de elaborar una comida rápida equilibrada y nutritiva.


  • El ketchup es uno de los condimentos que más gustan a los niños. La elaboración casera de esta salsa permite modular el gusto dulce al jugar con la cantidad de azúcar añadida, y la convierte en un condimento antioxidante dada la elevada cantidad de tomate frito casero utilizada para su confección.
  • ¿Cómo preparar una salsa de tomate casera?

  • Una mayonesa más ligera y sana es la que se elabora con leche desnatada en lugar de con huevo. Aún así, los condimentos típicos de la comida rápida se han de reservar para aderezar los platos en contadas ocasiones, pues la educación del gusto por lo natural es muy saludable, y los primeros pasos se deben dar en el hogar. 
  • Alternativas a la mayonesa
  • Sándwiches 'delicatessen'. Muchos fiambres y quesos en porciones o de untar (tan comunes en estos preparados) representan más una suma de aditivos que de ingredientes naturales. La propuesta más sana es la de escoger productos de más calidad para el relleno de los sándwiches. Entre ellos se sugieren: lonchas finas de un buen jamón (extra), salmón ahumado, queso suave, huevos de codorniz... Y, como acompañamiento, setas y champiñones, unos pimientos, unas rodajas de tomate de la huerta, etc. . Un buen pan de molde de cereales o de semillas también da más cuerpo y el resultado es un plato más gustoso y con un perfil nutricional óptimo. 
  • Sándwiches y bocadillos para niños
  • Sándwiches originales para preparar los desayunos más divertidos a los niños


  • Pizza o bocadillo con ingredientes magros (quesos, jamón, atún al natural, pollo, pavo, ternera...) y vegetales (tomate, cebolla, pimientos, champiñones, alcachofas, espinacas, calabacín, berenjena, etc.), ensalada y fruta. Puede resultar curioso preparar una pizza marinera, una de setas variadas y jamón, una más vegetariana, con ajetes y gambas o con bonito y queso fresco. Para que la pizza sea sana y light, el ingrediente a limitar será el queso por su alto contenido en grasa y sal. 
  • Recetas de pizzas saludables

  • Hamburguesa (de ternera o de pollo) a la plancha con loncha de queso poco graso, ensalada, patatas asadas o cocidas (y no siempre fritas), pan integral y fruta.
  • Recetas de hamburguesas
  • Patatas fritas menos grasas: asarlas en el microondas unos minutos y saltearlas con poco aceite para que se tuesten. Si están fritas, extenderlas sobre papel de cocina para que pierdan el exceso de aceite. La mejor alternativa sería al horno o en papillote o cocidas.
  • Refrescos menos energéticos: escoger la versión light, o mejor, sustituirlos por agua o zumo. 

Enlaces consultados:
http://www.directoalpaladar.com/recetas-de-salsas-y-guarniciones/receta-de-ketchup-casero
http://mejorconsalud.com/alternativas-de-la-mayonesa-bajas-en-grasa/
http://www.guiainfantil.com/recetas/sandwiches-y-bocadillos/bocadillos-y-sandwiches-para-la-merienda-de-los-ninos/
http://elgranchef.imujer.com/8427/22-sandwiches-originales-para-preparar-los-desayunos-mas-divertidos-a-los-ninos
http://sevilla.abc.es/tusrecetas/las-mejores-recetas-de/atrevete-a-crear-tus-propias-pizzas-con-estas-10-recetas.html
http://www.recetahamburguesa.com/



Información de interés: El contenido de este blog no sustituye, en ningún caso, la visita al Dietista-Nutricionista para la realización de una dieta saludable y adaptada a cada persona según su situación de salud y necesidades, ni la visita al médico para un correcto seguimiento de su enfermedad.





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