Las bebidas azucaradas son aquellas que aportan azúcar y calorías a cambio de nada, es decir, que aportan calorías vacías que no van acompañadas de ningún otro nutriente de interés, tales como vitaminas o sustancias biológicamente activas.
Esto conlleva:
Aumentos de la grasa alrededor de los órganos:


Aumentos de riesgo de diabetes tipo 2:
Un estudio ha concluido que tomar 1 o 2 refrescos azucarados al día es capaz de aumentar un 26% el riesgo de Diabetes Mellitus II en comparación con aquellos individuos que no toman o, lo hacen de forma escasa, bebidas azucaradas. Este mismo estudio relaciona el consumo de dichas bebidas con el incremento de peso.
Envejecimiento acelerado:
Ya sean refrescos azucarados o refrescos tipo light, pueden producir envejecimiento acelerado. El responsable de esto sería el ácido fosfórico, aditivo que se encarga de conferir el toque ácido a los refrescos tipo cola y algunos estudios lo han relacionado con una menor densidad ósea o con una mayor probabilidad de deficiencia renal.
Alteración de las hormonas:

Las bebidas energéticas aportan en una sola lata la misma cantidad de cafeína que 3 o más tazas de café. Son refrescos que contienen un combinado de diversas sustancias cómo: cafeína, aminoácidos (taurina), hidratos de carbono, vitaminas y en ocasiones extractos de plantas medicinales como el ginseng o el guaraná. Hay que diferenciarlas de las bebidas para deportistas, ya que estas ultimas están diseñadas para la recuperación de sales minerales después de la actividad física intensa.
Las bebidas energéticas tienen efectos sobre el corazón:

Fuentes:
Bebidas azucaradas
Bebidas energéticas
Información de interés: El contenido de este blog no sustituye, en ningún caso, la visita al Dietista-Nutricionista para la realización de una dieta saludable y adaptada a cada persona según su situación de salud y necesidades, ni la visita al médico para un correcto seguimiento de su enfermedad.
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